domingo, 9 de febrero de 2014

Nadie me lleva esta noche, nadie me llama para comer, nadie me molesta. Observo mi propia mugre, cuando uno emprende cambios puede ver como todo lo viejo inunda la superficie y a veces te abruma un poco, bastante. Además de todo escuchas voces que emiten palabras incoherentes con tu sentir en la vida en este momento. Podes escuchar música francesa, comer chocolate del bueno y creer que todo está bien, sentirte como cuando tenías diez años y te aburrías solo en tu habitación cuando tus amigos ya se habían ido a sus casas. Además de todo, alguien te pide que bajes la música, entonces decís "bueno..." obedientemente y por dentro tenes ganas de tirarle con algo y decir "no me jodas las bolas". En fin, ahí estás y no tenes ganas de nada de lo que está a tu alcance en este momento, así es que podes quedarte o irte, quedarte pensando en lo que pensas o disponerte a delirar abiertamente. Si elegis la segunda opción vas a empezar por reconocer las partes visibles, cercanas a tu consciencia y te vas a poner a escribir, tal vez, o a canalizar de la forma que más te guste esa energía estancada y reprimida. Después te olvidas que elegiste delirar y volves a la fucking normalidad de tus días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario