martes, 17 de marzo de 2015

1991

Se que no nací por primera vez en 1991
porque cuando tomé la sucia consciencia terrenal dije
¿otra vez en este mundo? ¿Para qué?
Así como formulé preguntas
nunca me preocupó formular respuestas
sabía que la vida se encargaría de dármelas
una a una.
Además cargaba con un bagaje emocional extra
palabras y frases ya hechas en la antigüedad
encontré dos elementos que calmaban mi sed de saber
la tierra-barro y el cielo-estrellas
podía conectar con ambos con poca dificultad
esa era la suerte de mi soledad
no había nadie que me pudiera juzgar
si me sentía triste en mi no-lugar
todo me hablaba y me decía que ya iba a pasar
era extraño soñar con cosas que había vivido en otros cuerpos
a veces quería escapar, o siempre, todavía un poco, volver.
Primero el mundo contra mi
después yo contra el mundo
nada era demasiado real en la realidad -muerte II-
los objetos siempre tuvieron una sobredimensión
pero no lo noté hasta mucho después
una diferencia entre mis percepciones y la de los demás.
Caminé hacia el río de las profundidades
me sumergí en la corriente más oscura
solo se distinguía el dolor en un punzante ser descolorido
que tomó mi mano y me hizo sentir lo que una vez había sentido -muerte III-
la voz me dijo "ya es suficiente"
pude volver a ver la tenue luz
lejana entre la bruma
débil caminé y caminé sin pies ni cabeza
me olvidé casi del resto casi de mi
llegó a mi una pequeña señal
tuve que empezar a purgar
parecía lindo, a simple vista fácil
desconocía con quienes me iba a encontrar
aunque parecían viejos amigos (de los que te hunden)
a veces les dije "hola" hasta que un día no me dejaron hablar
me había alejado demasiado querían que volviera
no tenía más que unas viejas creencias
el resto estaba diluido en mierda
me acerqué a ellas, o lo que quedaba de ellas
como pude y al fin me dejaron en paz.
El resplandor violeta o los destellos naranjas
empezaron a guiar mi camino
algo estaba transmutando...pensaba que podía ser el final de esta odisea
pero algo tocó mi puerta "toc-toc"
¿quién coños es ahora? grité harta
era enfermedad que ni preguntó si podía entrar
pues venía con una invitación de mi pasado en su mano
bueno, volví al comienzo a revisar
está vez me di cuenta que mirar al cielo y pedir que me lleven
no era un deseo real, por fin sentí lo que era el miedo
el miedo al que tanto miedo había tenido
ese de querer permanecer y aferrarse
la tierra-barro me estaba llamando
no podía vivir sin pies ni sin cabeza. -muerte IV-

continuará...





miércoles, 11 de marzo de 2015

Ella cerró sus ojos cayendo en un sueño profundo e ingenuo,
mientras Sara repetía como un mantra
"el reloj se paró, el reloj se paró, el reloj se paró",
había pasado eternas noches luego de la extraña tormenta solar
poco quedaba en pie y el mar era de lava roja.
Todo se derrite y va quedando nada.
Las hojas hablan en un lenguaje desconocido,
cuando el mundo crezca por suerte ya me habré ido.