jueves, 21 de junio de 2012

Si el Sol vuelve a salir

"Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces.
Poco después agregaste: 
¿Sabes?...Cuando uno está verdaderamente triste son agradables las puestas de sol."

La paz de las pequeñas flores enrojecidas
que crece por fuera de mi, en mi jardín.

El color del sol, el sabor del amor,
el perfume de su luz con el viento de frío humedo.

Todo se mezcla cuando miró hacia allí,
y el invierno parece mas helado desde aquí.

Pido otra oportunidad para renunciar a mi rutina,
siento que ya no vas a iluminar más,
por eso caigo con cada atardecer,
y muere alguna parte brillante de mi.

Pierdo mi existir en las profundidades
de esta caverna sin salida,
en esta vida amarillenta,
en un anochecer como este.

“Me encantan las puestas de sol. 
Vamos a ver una puesta de sol...” 

miércoles, 13 de junio de 2012

Educación

"Educar al educando es efectivo" le dijo un educador por teléfono a Tomas Alva Edison,
éste a su vez, lo gritó como si fuese el edicto más importante por su megáfono y se escuchó algo así:

"La suerte está echada, hay que comenzar a edificar con los efeméridos antes de que lleguen a ser insectos adultos y mueran al poco tiempo sin edulcorar sus vidas. Si esto no sucede, no llegarán al edén jamás. Sin ser efectista, puedo decir que el edema gigante de echacantos se infiltrará en el mundo como la serosidad en el tejido celular".



Over the Rainbow

Detrás, delante, al principio o fin de los 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 colores del arco iris,
nunca encontré el tesoro que era para mi, simplemente tu sonrisa.
Mientras me decías que tenía todo para ser feliz, 
te quejabas porque me dolía el corazón.
Me pregunto por qué me hiciste sentir triste tanto tiempo.
Recuerdo, resonar mis propias palabras de acusación por tu crimen de seriedad,
justo antes de que las suprimieras.
Y después de que la culpa me acuse a mi, mis palabras pidiéndote perdón.
Hoy, después de veinte años, encontré en un dibujo de mi infancia la soledad,
que siempre me agobió, para hacer de ella lo que ahora quiera. 
Decidí dejarla volar con el viento, y si vuelve con algún ventarrón 
guardarla en un espacio atemporal al que yo nunca vuelva.

Busco mi risa perdida en aquel lugar de demonios endemoniados,
pero no encuentro más que esto, una deformidad crónica de mi.




Mi arco iris nunca tuvo tesoros,
pero puede tener un final feliz.