martes, 22 de mayo de 2012

Déboulés

En contacto con el fuego,
el cúmulo de carne comienza
como el hielo a derretirse.

Perece toda pesadez, se dispersa el alma.
Hay una transformación continúa en el aire,
el viento está celoso de que ocupen su lugar
con esta anomalía.

El cuerpo que se deshace en el espacio,
y en el mismo lapso se acopla a él,
es el cuerpo que no piensa,
que sólo se deja embeber con la poción del tiempo.

Mientras su energía vital se acelera,
la unión con el cosmos comienza,
y la conexión se hace en cada paso más imperceptible.

Esta locura de amor,
no domina otra forma de presentarse,
ocurre así, sucede a veces, cuando en su declinación
el sol entra justo por la ventana secreta,
despertando con su halo de luz
las alas del espíritu adormecido,
activando las fuerzas motoras
que producen este desgarro de la gravedad.





viernes, 18 de mayo de 2012

"Hay, en la espera,
un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición de sol en pequeños soles negros.
Y cuando es de noche, siempre,
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi garganta
para que no canten ellos,
los funestos, los dueños del silencio."


Alejandra Pizarnirk


jueves, 10 de mayo de 2012

Ir

Partir hacia otro lugar, un veneno de rosas,
pasar de la oscuridad a una pequeña luz mentirosa.

Traigo conmigo los recuerdos que no olvido
y encuentro consigo los olvidos que luego recuerdo.

De repente algo falta,
algunos pedazos de amor,
y a cada segundo despedazo mi corazón.

La ausencia de todas las mañanas,
la soledad de todas las tardes,
el vacío que complementa mi existir.

Partir hacia otro lugar, un veneno de rosas,
sentir que el aire hiela como la nieve en la piel desnuda.

Alguna vez miré las avenidas grises con sueños en los ojos,
pero extraño las viejas calles por las que anduve,
y ese olor a tierra mojada.

No me encuentro en los paisajes alterados,
aburridos, hieráticos,
vuelo hacia otros universos,
y es allí donde encuentro mi paz.








domingo, 6 de mayo de 2012

Noches oscuras de estrellas brillantes



Pasaron mas de diez años desde aquellas noches en las que solía quedarme a mirar las estrellas con mi abuelo después de comer, ese momento era mágico, él me contaba cosas de los astros que yo nunca entendía pero disfrutaba escuchándolo hablar sobre este inmenso universo. Buscábamos constelaciones, descubrimos un oso,  una tetera, y algunas otras que inventamos, mientras yo buscaba otros mundos o tal vez buscaba salir de éste, fantaseaba con los ovnis y los extra terrestres, y quería ser astrónoma sin tener que aprender matemáticas.
Las estrellas desde aquel entonces son mi salvación, mi forma de escapar de este mundo tan real y ficticio a la vez, me dan paz y a la vez inquietud.
Todos alguna vez deseamos volver el tiempo atrás, yo lo hago muy seguido, sobre todo cuando me siento desamparada, me gustaría volver a sentir la sensación de esa mano cálida que me protege y me hace sentir segura para andar por la vida.