Recuerdo esas noches
sol artificial que creaba
ese aire de estrellas de verano
esa brisa de enamoramiento idiota
hacía frío pero estaba feliz
la guerra había terminado
y la nostalgia de dejar atrás la vieja vida
se hizo sangre en mis venas
combustible para continuar.
Fue un viaje duro de ida y vuelta
la mayor parte del tiempo estuve atada a un poste
tan amordazada que ni mi mirada hablaba
pero junté coraje y abrí mis ojos a la luz
sabía que me perforaría las pupilas
que el dolor sería parte de mis días
y también colgaría desde la luna.
Ilusa como siempre esperaba
algo mejor, hasta que los hechos...
mejor no esperaría nada más.
Todo empezó a fluir
cuando despegué mi conciencia
de aquello que anhelaba
y simplemente...ahh respiraba.
Recuerdo esas noches
aguantando, liberando
y ese amanecer extraterrestre
cuando me dí cuenta que ya nada era igual,
el cielo me hablaba hasta que sus palabras
me acunaron y decidí dormir al descubierto
porque ya no tenía ni siquiera algo que perder.