miércoles, 22 de enero de 2014

Cosas que le cuento a mi gata antes de dormir...

Hace ya más de 4 años...hacía varios días que andábamos como pájaros, no los conté y ya ni me acuerdo. Las calles desconocidas por las que pasamos de ida...nunca volvimos por el mismo recorrido, ese viento con olor a algo parecido a la anarquía, creo que a pesar del encierro de mi mente y de mi alma me esperanzaba experimentar cosas tan nuevas, era más que un soplo...un vómito de libertad que me proporcionaba la vida. Los días estallaban en otras dimensiones, parecía que recorríamos el mundo estando-no-estando dentro de una misma ciudad. Vértigo pero del bueno, del que sentís que te queres tirar al vacío y ser feliz. Risas. Risas raras, recién nacidas. Y las noches, me acuerdo mucho de una en especial, tomamos un bondi supersónico que se caía a pedazos para llegar...llegamos, parecía un galpón abandonado ¿Acá es? `Sí´ ...irrumpen el silencio unas cadenas sobre la chapa del portón y se abre la puerta chiquitita esa que nunca entendí para qué está. `Entren´ nos dijo. Mierda...en esos momentos me acuerdo que ante situaciones como estas pensaba `¿dónde me estoy metiendo? ¿Qué hago acá? ¿Y si me asesinan?´ qué bueno que mi inevitable naturaleza curiosa siempre pudo más que todo super yo q se entrometa, después de un recorrido simple y corto que me pareció bastante largo llegamos, no podía creer el kilombo que había ahí adentro, me sentí como en la primera clase de teatro, venís desencajando en el mundo cuasi solitario en tu delirio y ahí te das cuenta que existen más de tu especie...es como cuando Tarzán el de Disney si, descubre a Jenny. Retomando el tema, al centro del habitáculo; una mesa -dejo librado a la imaginación qué cosas había sobre ésta-, a la izquierda una especie de cabina de radio, efectivamente una radio, a la derecha una barra de bar vacía. Todo escrito con aerosoles y pinturas psicodélicas, frases revolucionarias, recortes fotos...bue, me uní a la reunión filosófica y no me acuerdo más nada de esa noche, ni si nos fuimos ni si dormimos ni qué hicimos. Ese viaje empezó y siguió por el resto de los siglos...Emma, me duermo, mañana a la noche te cuento por donde seguimos...

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