martes, 3 de junio de 2014

Sí, esa voz me llamó otra vez.

Vigilia, entre una paz que se derrumba desesperada
y mi almohada con antiguas lágrimas, mojada
Sueños de estrecha armonía
figuras que me persiguen
camino por calles demacradas y busco
dentro me encuentro con los desencuentros
para los demás hay algo con lo que yo no cuento
en un trono me coronan con mis vergüenzas
le quito el precio a una muñeca vieja
me levanto salgo afuera
voy vestida con unos harapos rosados
tengo puesta una cabeza de león
toco su pelo ahora mío poco sedoso y frío
corriendo gritando rugiendo subo una escalera
llegó hasta un balcón y un hombre me abraza
le pido que no diga lo que vimos en el campo
porque creo que eran animales que no existían
la locura me corrompe a veces
todo parece tan real y ficticio a la vez
resbalándome bajo cada escalón
mientras otro hombre grita desde arriba
que no me va a ser fácil salir
aun así me mantengo firme, finalmente toco el suelo
me despojo de la máscara y de mis ropas
salvaje e irrompible atravieso el bosque
agitada llego a un palacio enorme
de dimensiones sobrehumanas
subo otras escaleras llego a otro balcón
desde ahí veo hombres de negro que me miran
por suerte están lejos y llega a mi un plano
me mareo mirando una araña de cristal gigante
que flota en el aire, no está atada a nada
observo los dibujos en mis manos
algunos desde arriba y otros de frente
van rotando sobre el papel indefinidamente
todo se empieza a deformar y estoy por caer
una mujer grita mi nombre y me despierto
alguien se acerca y me pregunta si estoy bien
"sí, esa voz me llamó otra vez"


No hay comentarios:

Publicar un comentario