jueves, 31 de diciembre de 2015

Reflexión: La raíz podrida

Mi jardín es muy verde, todo brilla, tiene una hermosa vegetación, arbolitos de jazmines y arboles grandes también...El último día del año 2015 estaba paseándome descalza haciendo una mirada general de mi vida o de la naturaleza que me acompaño los 364 días anteriores y descubrí una pequeña maceta en un rincón algo olvidado, me acerqué al ver una situación extraña, la planta que contenía parecía seca pero tenía las hojas mas alejadas de la raíz bastante verdes, en general la mayoría de las plantas comenzaban a secarse a la inversa, mi instinto me dijo que algo no andaba bien y mis manos comenzaron a canalizar energía, al acercarlas a esta pequeña el flujo de energía aumentó considerablemente, realmente necesitaba ser revitalizada, un sentimiento de tristeza me recorrió, no sabía que hacer y le pedí a Dios que me guiara...primero la saqué de ese lugar húmedo y sombrío, la lleve al sol, removí la tierra y limpie sus raíces con mis dedos muy delicadamente, confiaba en devolverle la vida como fuera, me daba pena que muriera pero a la vez pensaba que quizás era lo que debía suceder simplemente, como esas cosas de la vida que no tienen mucha explicación, sentí que desprendía un olor desagradable y decidí abrirla en una pequeña parte...esa imagen fue la que mas me impactó/reflejó, el centro de su ser estaba podrido...me pregunte qué podía hacer pues esa raíz jamás daría vida al resto de la planta, lo mas probable era que las partes lindas también se pudrieran, no quedaba mucha opción, opté por separar las mejores partes y plantarlas de gajo para que con esfuerzo echaran nuevas raíces en una tierra mejor, mientras que la raíz mas grande debía secarse al sol y degradarse. <<Ahí estaba el mejor y último mensaje de ese año, dejar morir la raíz de mi vida, soltar todo ese pasado para siempre porque lo único que hacía era envenenar las ramas verdes que había conseguido.>>

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