viernes, 10 de octubre de 2014

Cerrar los ojos respirar conectar
irse ahogarse quedarse en un mismo lugar,
mientras los atardeceres naranjas marcan el tic tac.

Suspirar cada momento, la realidad, un sueño.

La luz y la oscuridad son agua y aceite
nunca se mezclan no se confunden
se elijen se apoderan se unen a la mente.

Machacarse revolverse en las heridas marchitarse
vestirse de rosas para un bonito funeral
matar todo lo que ya no sirve más.

Llegar al punto en que las lagrimas
inundan los pies, no soportar esa humedad
empujar y patinar.

La boca tensionada la mirada perdida
los puños apretados mirando el horizonte
tropezando sin querer soñar.

El vacío ya no existe el miedo lo llenó
de dudas sin respuestas de mierda que creó.

El viento es frío pero se perdieron los abrigos,
el corazón se congela y no hay remedios
el llanto no cura, menos las horas.

El sol brilla casi igual
caer sin levantarse es dejarse pisotear
de la noche de tu alma nadie te puede salvar.

Seguir sin apostar no hay con que jugar
¿Qué hay para ganar?
A la vida le gusta desahuciar.

Todavía no encontrar lo que se busca
ni el lugar, andar, parar

arrancar una vez más.










No hay comentarios:

Publicar un comentario