miércoles, 4 de julio de 2012

Ella

Ella aparece cuando uno está ausente.
Se sienta muy cerca pero apenas se percibe.
Se esconde.

Ella me llama.
Ahora me sonríe pero yo desconfío.
Una vez me quiso tirar por el balcón.
Decía que le parecía un imagen bella.

Ella huele a flores de Domingo.
Cae con la tarde.
Y busca a sus presas con una linterna.

Ella lamenta en el fondo tener que ser así.
Tan gris. Tan turbia. Tan oscura.
Tan desnutrida, sin azúcar ni sal.

Ella, a pesar de sus pesares y sus penurias,
mantiene la risa de las mujeres contentas,
se sienta como un buda y medita con su guadaña,
a solas.

Ella me sorprende, a veces.
Cuando duermo de día.
Basta con pensarla y aparece.

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