miércoles, 21 de septiembre de 2011

Olvido

Muertos los grandes muros de piedra se oxigenan las venas,
Al costado, una infancia perdida en un recuerdo soñado.
Tánatos rie de mis penas, 
no logro hacer mi propio camino sin su compañía,
me lleva todo el tiempo por las escaleras que 
bajan hacia el velorio de la humanidad,
pero a nadie parece importarle demasiado 
la muerte de los desconocidos.
Desfallezco en un acto inmediato,
“Vamos que llegamos tarde” me decía, 
pero solo volviendo atrás retrasamos la llegada.






Reconozco que me gusta olvidar, 
dejar atrás algunas cosas para después 
volver corriendo a ellas...




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